jueves, 8 de noviembre de 2018

   
          LENGUA MUCHIK
  1. 1. PROPUESTA PEDAGÓGICA : “INCLUSIÓN DE LA ENSEÑANZA DEL IDIOMA MUCHIK EN LA CURRÍCULA REGIONAL LAMBAYEQUE 
  2. 2. Para los Lambayecanos, el IDIOMA MUCHIK significa IDENTIDAD CULTURAL, en la actualidad existe un gran interés por rescatar este idioma que muchos nos atrevemos de hablar y enseñar algunos términos en dicho idioma, pero la pregunta es ¿Pronunciaremos y escribiremos correctamente?; lamentablemente hay personas que cometemos el error en coger cualquier texto y formar una frase como si fuera un rompecabezas sin respetar la gramática mochica,
  3. 3. una gramática ya establecida que data desde el año 1644; y peor aún cuando pronunciamos dichas palabras tal como se escribe; los que hemos estudiado la fonética y fonología nos hemos dado cuenta que no es así que cada letra en el idioma Muchik tiene una pronunciación y escritura diferente, por ejemplo la sexta vocal latina “ æ ” cuya pronunciación es de principio de e y final de u es decir terminando como un abocina miento;
  4. 4. Fernando de la Carrera y Daza en su texto nos comenta que los mochicas la pronunciaban como tipo “eructo”; cabe recalcar que si queremos difundir este ancestral idioma lo hagamos correctamente respetando las reglas gramaticales. Seguido de este breve comentario me atrevo a corregir la siguiente palabra “ CHIZOER TAÑEIÑ ”, que supuestamente significa BIENVENIDOS que ha sido tan difundida y que muchos la pronuncian
  5. 5. Si bien sabemos la palabra bienvenido es una palabra compuesta: IDO VEN BIEN Adv. Vb. CHIZOER TAÑEIÑ Part. Psv. Bien, Gracia (Sustantivo) Venir (Verbo) CHIZOER TAÑEIÑ Significaría , bien o gracia venir
  6. 6. AYENTAADO ÆN BIENVENIDOS Lo correcto es de la siguiente manera: AYEN : Bien (Adv.) TA : Venir (Vb.) A – DO : ido (Participo pasivo) ÆN : plural Ejemplo : ñop – o – do : concebido Según Brüning se le debe agregar una vocal para armonizar la palabra .

  7. La reconstrucción o recuperación del inventario de sonidos del muchik es problemática. Los diferentes estudiosos que trabajaron con la lengua usaron notaciones diferentes. Tanto Carrera Daza como Middendorf, dos de los principales estudiosos, dedicaron mucho espacio a justificar el valor fonético de los signos que usaron, pero ninguno de los dos tuvo un éxito completo en despejar las dudas de interpretación de dichos símbolos. De hecho sus interpretaciones difieren notablemente, sembrando la duda sobre algunso sonidos. Lehman hizo una comparación muy útil de las fuentes existentes, que enriqueció con sus observaciones de 1929.3​ Las largamente esperadas notas de campo de Brüning de 1904-05 se siguen conservando en el Museo Etnográfico de Hamburgo, aunque siguen inéditas.4​ Una complicación adicional en la interpretación de las ortografías de los diferentes estudiosos es el hecho de que entre el siglo XVI y el siglo XIX la lengua experimentó notables precesos fonológicos, que hacen todavía más aventurado usar los datos más recientes para entender los materiales más antiguos.
Muchik